miércoles, 23 de julio de 2008

Remedio




Tamara detesta las palomas y no puede evitar alimentar a los pichones que se han instalado en su balcón. ¿Por qué la gente odia las palomas? No sé, dice, las de Buenos Aires son más prepotentes que las de Rosario.

Estamos haciendo una nota sobre un colegio tomado. Tamara me recomienda que tome actimel. Ella no se ha vuelto a enfermar desde que lo consume. Le propongo que lo difundamos. Si actimel puede salvar a la humanidad no hay que dejar solo a Pancho Ibáñez. No se te ocurra andar diciendo en el diario que soy la fanática del actimel, me advierte. No, está bien, prometo y corro a contarlo acá como aquel que para librarse de un secreto fue a gritarlo a una caverna. Y me propongo comprar actimel hoy mismo, sin olvidar que los días más interesantes de mi historia reciente fueron los últimos tres, que pasé enfermo, sin ir al trabajo, terminando todos los libros empezados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Salgo en defensa de los días de cama!