miércoles, 5 de octubre de 2022

Todavía


El perro es el Abejorro, un perro sin dueño. Le pusimos Abejorro por denso, por revolotear siempre alrededor de uno. Dos por tres lo atropellaban los autos a los que perseguía furioso entre nubes de polvo. Me lo crucé la última vez que fui a Punta Indio después de mucho tiempo. No estoy seguro de que me haya reconocido. Está muy viejito. Tiene los ojos nublados. En las noches heladas el Abejorro dormía a mis pies y el fuego ardía durante horas que nadie contaba.
El hombre que pesca es César. Que pesca es una forma de decir: casi sin excepciones los peces ignoraban sus carnadas y anzuelos. César nunca será viejo. Después de tres años, su ausencia no deja de sorprenderme. Su risa todavía me hace reír.