domingo, 30 de diciembre de 2012

Leve fin del mundo

Son unos instantes, si estás solo, cuando el año muere. Apenas unos segundos irrespirables. Un apocalipsis individual que pasa pronto. Pensé en mis padres brindando a solas. Quise que después de tantos años en el Chaco recibieran el año con naturalidad, a pesar del calor y los insectos atontados por las luces. Pensé en mi amigo Miklos, colgando del cielo, dispuesto a alzar su copa cuando la tripulación dispusiera que el avión había entrado en 2012. Me avergonzaba que los vecinos me vieran solo en el techo con mi cámara y mi trípode, así que no pensé más. Pero había prometido fotografiar el primer segundo del año. Yo, que no había ido a ninguna parte, quise esperar con un recuerdo a cierta persona que se había ido lejos. Y le guardé, como un escarabajo en acrílico, el resplandor de los desconocidos.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Hogar


I feel like I am in a burning building 
(Laurie Anderson)

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Conocer el futuro


En la revista Anfibia trabajamos mi hermano Fernando, ocasionalmente, y yo todo el tiempo (bueno no es verdad pero a veces lo siento así).  Ayer nos llegaron las inspiradas imágenes de otro fotógrafo de apellido Carrera, que no es pariente nuestro que yo sepa.
Virginia, la jefa de arte, preguntó en el chat: ¿cuántos Carrera podrían caber en Anfibia? Cristian, el director, opinó que un equipo de fútbol de Carreras sería suficiente.
Cuando yo era chico, mi padre decía que sus cuatro hijos varones formaríamos algún día un equipo de polo magnífico.
Lo cierto es que no salimos muy polistas.
Pero ésa es una larga historia, que algún día tal vez escriba.
 (mientras, esa historia me escribe a mí).


martes, 11 de septiembre de 2012

Al sol de todos los cielos


"No debes crecer demasiado, porque parecerías más vieja que yo, y no debes, no te dejaré, que seas más sabia, y yo tampoco, tú tampoco me dejarás ser más sabio. Y siempre seremos jóvenes, y poco sabios, juntos".
De una carta de Dylan Thomas a su novia, citada por Andrés Barba en Ha dejado de llover

miércoles, 23 de mayo de 2012

hay vida hay esperanza

Hoy agradezco los despertadores, los trabajos que abruman, las cuentas a pagar; hoy estoy desesperadamente agradecido por todas las cosas que me ocupan y distraen. Porque desconozco el modo de abandonar mi laberinto sin destrozarlo.
No estoy listo para destrozarlo.

lunes, 7 de mayo de 2012

Ensayo dípticos para olvidar


que por más de una razón anduve
lejos de mis fotos

jueves, 2 de febrero de 2012

No son transparencias

¿Por qué usar película? Todavía.
Mi primera respuesta fue tan sincera como superficial: razones plásticas.
Por suerte a veces no importan las cámaras.
Supongo que muchas grandes fotos son sencillamente grandes ideas.
Pero algo ocurre con la espuma de los días.
Las fotografías digitales resultan perfectas prótesis. Memoria postiza y bella. En ocasiones frágil.
Las fotografías analógicas también se han vuelto fáciles de olvidar.
Sin embargo, permanecerán como fetiches. Aunque nadie piense en ellas.
Serán siempre pedazos de experiencia. Tan reales para los creyentes como los recuerdos o el ruido de la lluvia que escucho ahora sobre los techos de Buenos Aires.

sábado, 7 de enero de 2012

Equilibrio

Sentado en el techo con una taza de té, espero el alba. Aguardo la luz de las preguntas descarnadas.
Ya saben, no es mucho lo que dura el aire tan pálido.
Como siempre, el parto del día será con dolor.
Y esperanza.