jueves, 28 de enero de 2010

Un día perfecto para llorar al pez banana

adiós J.D. Salinger

4 comentarios:

Anónimo dijo...

si

c.

Miklos Gosztonyi dijo...

Ayer leí una nota sobre el pueblo donde vivía Salinger, "un pueblo de 1700 habitantes al borde del río Connecticut, con dos negocios de ramos generales, una oficina de correos, una iglesia, y kilómetros de pinos, robles, campos y colinas onduladas." Lejos de haber vivido encerrado en su casa, le gustaba participar de las actividades sociales del pueblo. La gente sabía quien era y le respetaba su privacidad. A los curiosos que se acercaban al pueblo para encontrar la casa de Salinger, la gente del pueblo le indicaba cordialmente como llegar, pero las indicaciones siempre hacían que los visitantes inevitablemente terminaran perdiéndose en el camino.

Tute dijo...

Hola, Eduardo. Qué gran foto El Bañista. Hoy la vi de nuevo (la había visto antes en internet y en el Espacio Ecléctico), publicada en LNR. Esa foto emociona, che.

Un abrazo.

PD: Me encantaría tener una copia.

Iñaki dijo...

Vaya perlas. Haces que el Blog sea un género mayor.


Honorato bajó de la nube.





Y volvió a subir,


Abrazo