
entendí que llevaba un tiempo haciendo una apuesta sin chances, acepté que ahí donde quise ir no había para mí amor ni lugar ni verdadera furia; ya era tarde para no saber todo eso y pensé que si algún día, por fin, conquistaba esa cumbre, mi palacio sería de hielo
2 comentarios:
Eduardo, la verdad que tus fotos y testimonios son muy interesantes y me encanta te como involucras en tus historias, encontré otro discurso en la fotografía y me gusta!!!
saludos cordobeses
mika
Y, además de ser de hielo, siempre va a ser de otro.
Las casas siempre son de los otros.
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